Image

La Segunda: Cómo el aprendizaje práctico del autocuidado está ayudando a mejorar la salud mental del ecosistema familar

17/11/2023
Publicado en La Segunda, 14 de noviembre 2023
Con una serie de herramientas que apodan habilidades y competencias socioemocionales, padres y tutores toman conciencia de la importancia de su propio autocuidado para el desarrollo cognitivo y socioemocional de sus hijos.

La salud mental influye en la calidad de vida de las personas y sus familias, pues cuando se experimentan problemas en este ámbito el bienestar general y la capacidad de disfrutar pueden verse afectadas. De ahí que Fundación CMPC haya desarrollado la campaña “Me cuido, te cuido”, en este segundo año, en alianza con Fundación Kiri.

De esta forma, ambas instituciones han buscado promover prácticas de auto-cuidado y conciencia sobre la salud mental como primera piedra angular, para construir las bases de desarrollo y bienestar socioemocional de niños y niñas. “Uno de los factores más importantes para el desarrollo de los niños es que exista un cuidador que sea sensible a sus necesidades. Cuando un adulto está bajo estrés prolognado —por sobrecarga o depresión— estará menos dispuesto a estimularlos. Por eso, en Fundación CMPC y Fundación Kiri nos hemos preocupado de desarrollar nuevas herramientas, a través de una campaña educativa”, explica la coordinadora de Diseño y Sistematización de Fundación CMPC, Daniela Torres. Dicha iniciativa, bautizada como “Me cuido, te cuido” permite trabajar en la salud mental de manera consciente.

El programa tiene dos ciclos, el primero de cuatro podcasts y la nueva versión de cuatro cápsulas en en el canal de YouTube de Fundación CMPC, que abordan temas como el autocuidado; las estrategias de bienestar; la crianza positiva; y las habilidades para la vida (funciones ejecutivas) que por ejemplo sirven para que un niño/a aprenda a leer, resuelva un problema o, incluso, tome decisiones cuando sea una persona adulta. “Este año en el primer episodio, que se puede ver en YouTube, nos llama a activar los neurotransmisores de la felicidad con actividades como la meditación, una caminata, sonreír o los hábitos saludables”, comenta Daniela Torres. Según la neurociencia, las personas somos capaces de aprender a producir voluntariamente un estado de “felicidad”, por lo que lograr generar estos momentos y crear ciertas rutinas ayudarían a promover una vida y un ambiente más saludables para establecer la confianza en los vínculos.

TRABAJO COLABORATIVO

Fundación Kiri a través de sus talleres en cultura, deporte y ciencia y por medio de sus monitores también se ha preocupado del desarrollo de habilidades socioemocionales (HSE) en niños y niñas de colegios vulnerables, para prevenir futuros problemas de salud mental. “En el ámbito de la prevención, lejos lo más importante es la promoción de habilidades sociales y emocionales. La autorregulación, la empatía y la tolerancia a la frustración se instalan a través de algo práctico como el deporte o la ciencia.

Hay todo un trabajo para que se logre el aprendizaje práctico”, detalla la directora ejecutiva de la Fundación Kiri, Florencia Álamos. De esta forma, la organización apuesta porque la cultura, el deporte y la ciencia pasen a ser parte del corazón de la educación chilena, ya que al entregar habilidades socioemocionales mediante estas disciplinas podrían prevenirse problemas de salud mental. “Hay objetivos propios de la disciplina y otros emocionales. Si tienes que aprender colaboración y trabajo en equipo se hace una actividad, donde estas competencias se pueden desarrollar en virtud de la disciplina”, señala la líder de la Fundación Kiri.

Además, en ciertos hitos como festivales o competencias, los estudiantes pueden trabajar para alcanzar logros de forma colaborativa. En este aspecto, la neurociencia ha sido clave. “Cuando me tocó investigar sobre neurodesarrollo y sobre los factores adversos que condicionan la pobreza, comprobé que hay una desigualdad muy grande que —desde mi perspectiva— no permite expresar el máximo potencial”, sostiene Florencia Álamos. Esa “herida” es una de las más importantes de la niñez y entender su importancia fue fundamental para desarrollar un modelo, como el que ha venido trabajando la Fundación Kiri, en conjunto con la Fundación CMPC.

“Ha sido muy armónico. Creo mucho en la ciencia aplicada. Las personas que venimos de la academia deberíamos forzarnos a participar en el mundo real, porque en la ciencia se enseña mucho sobre pensamiento crítico”, indica la especialista. En este ámbito, la doctora en neurociencia valora el poder de la articulación. “La salud mental es un problema complejo que viene de mucho tiempo y la única forma de generar soluciones es trabajar en un equipo, donde participe el ministerio, pero también la sociedad civil”, señala.

EL FIN EDUCATIVO DEL PROGRAMA

En su segundo ciclo, la campaña “Me cuido, te cuido” invitó a madres, padres y cuidadores de diferentes programas de parentalidad de Fundación CMPC a compartir sus experiencias, mientras que una serie de especialistas se dedicó a resolver sus dudas y a entregar consejos y sugerencias en torno a autocuidado y crianza. Dicho trabajo, que está disponible en Youtube de la Fundación y sus redes sociales, constituyó una maravillosa experiencia para Doris Venegas, mamá y tutora del programa HIPPY de Fundación CMPC, en este camino al bienestar. “Es súper bueno que el autocuidado se aborde de manera cotidiana.

Tuve la fortuna de participar en el programa y conocer muchas formas de auto-cuidarnos en la casa, sin tener que acudir a un lugar especial”, comenta. Hacer respiraciones concientes y escanear el cuerpo mientras se ejecutan ha sido beneficioso no sólo para las tutoras sino también para sus familias a las que les han podido traspasar los aprendizajes asociados al bienestar. “Esto beneficia a todo el entorno. En mi rol como tutora comunitaria, lo principal ha sido empoderar a los cuidadores: mamás, papás, abuelita u otros familiares a cargo de los niños para que sean los primeros educadores”, indica.

La campaña preventiva ha logrado, por ejemplo, que si los adultos no se sienten bien aprendan a tomarse pausas para trabajar con las herramientas que están disponibles en los episodios de podcast. “Hay que conversar con los niños sobre esto para que ellos puedan expresar también las emociones. Así podemos mostrarles que pueden apoyarse en nosotros. Cuando vemos signos de estrés es importante contar con redes compuestas por personas que nos escuchan, nos hacen bien y nos ayudan a ver la vida de manera distinta”, concluye la coordinadora de Diseño y Sistematización de Fundación CMPC, Daniela Torres.