Escuela de Verano Huechuraba 2025: Un espacio de aprendizaje, inclusión y diversión

El pasado 13 de febrero finalizó la Escuela de Verano Huechuraba 2025, una iniciativa impulsada por la Municipalidad de Huechuraba y desarrollada en conjunto con la Fundación Kiri. Durante 10 días, niñas y niños de 7 a 12 años participaron en talleres recreacionales y artísticos enfocados en el desarrollo de habilidades socioemocionales, promoviendo la convivencia, la creatividad y el aprendizaje en un ambiente seguro e inclusivo.

El programa se llevó a cabo en el Centro Educacional Bicentenario de Huechuraba y contó con la participación de la Fundación Kiri, quienes diseñaron actividades para potenciar la autoestima, la empatía y el trabajo en equipo. Además, los niños disfrutaron de visitas a lugares culturales y científicos como el Museo Interactivo Mirador (MIM), fomentando el interés por la ciencia, el arte y el deporte.

El alcalde de Huechuraba, Maximiliano Luksic, destacó el impacto positivo de la iniciativa y expresó su deseo de expandirla en el futuro: “Estamos muy contentos con la Fundación Kiri, ha sido una experiencia inolvidable para nuestros alumnos y toda nuestra comunidad. Queremos seguir potenciando esta iniciativa y esperamos en el futuro poder ampliarla a más días e incluso traerla en invierno. Es fundamental para la salud mental de los niños, quienes en vez de quedarse en casa con las pantallas, han podido salir, hacer nuevos amigos y expandir su mente”.

Bárbara Soto, subdirectora de educación de la comuna, también resaltó la importancia de esta iniciativa: “Uno de nuestros sueños es que todo Huechuraba sea uno. Gracias a Kiri, logramos que ese sueño empiece a ser realidad desde los más importantes: los niños y niñas”.

Por su parte, José Miguel Rodríguez Gutiérrez, jefe del Departamento de Educación de Huechuraba, valoró la Escuela de Verano tanto desde su rol profesional como personal: “Fue una iniciativa que logró entusiasmar y motivar a los niños. En la medida en que tengamos a los chicos entretenidos y entusiasmados con la ciencia, el arte, el deporte y otras actividades positivas, los alejamos de espacios de riesgo. Esto fomenta una mirada distinta sobre las posibilidades que tienen los niños para su desarrollo”.

Las familias también fueron parte fundamental de esta experiencia. Marisol Romero, apoderada de dos alumnos participantes, destacó la importancia del espacio para la inclusión: “Fue una experiencia maravillosa. Los niños llegaron todos los días con entusiasmo, hicieron nuevos amigos y estuvieron siempre motivados”.

La Escuela de Verano Huechuraba 2025 fue una muestra de cómo el trabajo conjunto entre la comunidad, las instituciones públicas y las organizaciones sin fines de lucro puede generar espacios de crecimiento y bienestar para las nuevas generaciones.

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