Hablemos de Suicidio
Señor director,
En la película de Disney, Encanto, existe la historia de un miembro de la familia que ha desaparecido de manera misteriosa y oscura, causando mucha intriga en la comunidad. Se trata de Bruno, alguien a quien por ningún motivo se debe nombrar porque trae consigo malestar y sensaciones negativas en la gente que escucha. Con el suicidio pasa lo mismo, es mundialmente tratado como un tema prohibido en las conversaciones y alejado de las aulas de clases.
En Chile el año 2016 según datos del DEIS ocurren 8,8 suicidios adolescentes al mes, superando el promedio de la OCDE de 8.1. Esta cifra ha disminuido y hoy se calcula una ocurrencia de 6,5 por mes. Sin embargo, hay que considerar que dicha cifra no incorpora los suicidios frustrados y por ende puede ser engañosa. Además, pese a que ha existido una tendencia a la baja en los últimos años no deberíamos quedarnos tranquilos hasta que esa cifra sea cero.
En esa línea un primer paso es romper con el estigma que hay, hablando sobre la importancia de la salud mental y el autocuidado con los niños y niñas, fomentando políticas que promuevan espacios de encuentro, vinculando a las personas en torno a la ciencia, la cultura o el deporte, y abriendo espacios de confianza en las familias para tocar estos temas con amor y respeto.
Por eso, sí se habla de suicidio.
Cristóbal García-Huidobro
Encargado de Formación y Contenidos
Fundación Kiri