Publicado en El Mostrador
Durante los últimos años, uno de los desafíos más importantes más importantes en la comunidad escolar es promover una buena convivencia. En ese sentido, expertos dedicados a velar por la salud mental infantil entregan recomendaciones.
En la previa al inicio de un nuevo año escolar, especialistas entregan una serie de consejos para desarrollar una sana convivencia escolar y prevenir futuros casos de violencia o de bullying.
Al respecto, Florencia Álamos, directora ejecutiva de Fundación Kiri indicó que “una buena convivencia escolar sienta las bases para un desarrollo emocional, social y cognitivo saludable en los niños. También es importante para el desarrollo de habilidades sociales como la empatía o la comunicación, además de la adquisición de valores importantes tales como el respeto y la solidaridad”.
En este sentido, la organización entregó algunas recomendaciones dirigidos a la comunidad escolar:
- Comunícate de forma abierta y empática: Procura crear un ambiente donde los niños y niñas se sienten seguros para expresar sus emociones y preocupaciones, y donde los adultos los escuchen con empatía.
- Resuelve pacíficamente los conflictos: Es importante colocar límites que motiven la resolución de un conflicto entre estudiantes donde prime el diálogo, la negociación y el respeto mutuo. Es importante dar un espacio para que los afectados puedan realizar sus descargos y valorar el esfuerzo realizado cuando los ánimos se calmen.
- Conoce los protocolos de acoso escolar: Estas medidas buscan prevenir y abordar el acoso escolar e incluyen en algunos casos campañas de sensibilización, y/o apoyo a las víctimas. Es importante conocer los reglamentos existentes en las escuelas, colegios o liceos.
- Intégrate con el resto de la comunidad educativa: Es importante que los padres, madres o tutores de los escolares participen activamente en la vida escolar de sus hijos, manteniendo una comunicación fluida y colaborativa con el resto de la comunidad, como base para una convivencia escolar positiva.
- Promueve estilos de vida saludables: El fomentar hábitos saludables en los estudiantes, tales como realizar deportes o participar en actividades de esparcimiento de índole cultural o científica contribuye a un mejor desarrollo bienestar emocional y físico.