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Florencia Álamos: Romper la inercia de la indiferencia | Publicado en 24 Horas

24/04/2024

Publicado en 24Horas

En el marco de la Feria de Ciencias de Puerto Ideas Antofagasta 2024, Florencia Álamos, destacada neurocientífica, nos da una mirada sobre la situación de la salud mental en Chile, con especial mirada en los jóvenes.

Médica y neurocientíficaFlorencia Álamos destaca por haber formado la Fundación Ciencia Impacta, organización que durante cuatro años se ha dedicado a acercar la ciencia a las personas a través de proyectos de divulgación y educación, como Expertamente y Cerebro sin Filtro; y desempeñarse como directora ejecutiva y cofundadora de la Fundación Kiri.

Además, Álamos ha recibido importantes condecoraciones, como el Premio 100 Mujeres Líderes de Chile en 2020, el Premio Excelencia Tesis Doctoral de la Pontificia Universidad Católica de Chile en 2021 y el Premio Competitividad Global Liderazgo de la Universidad de Georgetown en 2020. Destacados logros que explican la excelente charla que realizó, el día de ayer, en la undécima versión del Festival de Ciencia de Puerto de Ideas de Antofagasta.

La historia del niño que pudo ser Harry Potter

Desde épocas ancestrales los humanos han soñado con ser invisibles, mitos y leyendas de animales o poderes de transparencia, pasando por el mago británico Jasper Maskelyne y sus tanques de mentira en la Segunda Guerra Mundial, hasta la ciencia ficción de Harry Potter con su capa de invisibilidad. Pero, paradójicamente, la invisibilidad es una problemática con la que también el ser humano a vivido desde sus inicios.

Lo anterior lo refleja la historia que relató Álamosla historia del niño que pudo ser Harry Potter. Se trata de un libro, “Número dos” de David Foenkinos, una crónica novelada de la prehistoria de la película Harry Potter y una reconstrucción probable de la vida futura del que quedó en el segundo lugar en el casting de la famosa saga de magos.

Una narrativa que describe como normalizamos actos desafortunados que terminan negando la verdadera naturaleza de nuestras emociones con un típico “estoy bien“. Una frase que es “el caldo de cultivo de la enfermedad invisible del siglo XXI“, según dijo la experta en su charla “Romper la inercia de la indiferencia“, relatada dentro de la exposición “Mitos y verdades del cerebro adolescente” que compartió junto a dos de sus colegas.

Sociedad de respuestas automáticas

“A diferencia de un hueso roto es imposible saber qué hay en los pensamientos de alguien”, explica Álamos. En este sentido se vuelve clave transparentar nuestras sensaciones y emociones, si no es imposible trabajar con ellas o mejorarlas, lo que nos puede llevar a estados de ánimo negativos o depresivos.

Así lo demuestra “Número dos” y distintos estudios científicos sobre estos estados de ánimo, los cuales demuestran que no comunicar nuestras sensaciones genera una serie de cambios neurológicos. Particularmente, se alteran nuestros neurotransmisores, el cortisol, factores proinflamatorios, etc. Una invisibilidad que se visibiliza en nuestro cuerpo, definitivamente un problema de muchos ingredientes.